Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
Ezequiel 47 forma parte de la visión escatológica del nuevo templo (capítulos 40-48). Ezequiel, profeta del exilio en Babilonia, recibe visiones sobre la restauración de Israel y el templo ideal.
Contexto histórico y literario
Aproximadamente 573 a.C. Israel está en cautiverio. El templo ha sido destruido por Nabucodonosor. Este mensaje trae consuelo y esperanza.
Análisis:
a. “Junto al río, en la ribera, a uno y otro lado…”
El río fluye del templo (v.1), y la vida surge a ambos lados. No es un río natural, sino uno que representa la vida espiritual, el poder vivificante que emana de Dios mismo.
b. “Crecerá toda clase de árboles frutales”
Diversidad de árboles — sígnica de abundancia y plenitud. Representa a los fieles (Salmo 1:3) cuyas vidas, alimentadas por la gracia de Dios, dan fruto constante.